Consultoría Empresarial | Consejos de Administración para las Empresas

Ser empresario o director general de una “empresa” es, sin duda, uno de los grandes privilegios del ser humano.

Generar satisfactores para la sociedad, innovar productos para los clientes, dar empleo directo e indirecto a los ciudadanos, desarrollar la cadena productiva de proveedores, contribuir con el desarrollo de la sociedad a través del pago de impuestos (infraestructura, escuelas, hospitales, vías de comunicación, servicios públicos, etc.) y otros muchos beneficios más, son la forma como los empresarios, sus empresas y sus organizaciones contribuyen al crecimiento y desarrollo económico del país.

Dirigir una “empresa” es, sin duda, un reto para todos los empresarios, inversionistas y directivos. Para lograr el objetivo de que la “empresa” tenga un crecimiento y desarrollo sano, es necesario que haga uso de todos los recursos a su alcance: Conocimientos, conocimientos académicos, experiencia, experiencia laboral, cualidades, atributos, recursos económicos, amistades, libros, exposiciones empresariales, colaboradores, socios, inversionistas, oportunidades, etc.

Muchas veces, el empresario con buena visión para los negocios, con un buen producto, un buen equipo de ventas, un buen equipo de directivos, un buen equipo de colaboradores, un buen sistema de trabajo y unos buenos clientes, cuenta con todo lo necesario para que la “empresa”, al paso de los años, tenga un buen desempeño financiero, organizacional y laboral. Sin embargo, hay momentos en la vida de toda “empresa” en que requiere hacer el trabajo empresarial de una manera más formal y es cuando, invariablemente, necesita del consejo de personas que le ayuden a dirigir su barco por mejores mares.

¿Qué se requiere para que un empresario o director general aproveche al máximo los consejos de su Consejo de Administración? 

  1. Ser una persona madura física y mentalmente
  2. Ser una persona comprometida y orientada a resultados
  3. Ser una persona proactiva que piensa, habla y actúa de manera congruente
  4. Ser una persona que motiva a su equipo de trabajo a seguirlo y a apasionarse por su trabajo
  5. Ser una persona humilde que acepta las sugerencias y consejos de terceros
  6. Ser una persona que tenga una visión holística de las situaciones
  7. Ser una persona que aprecia la diversidad de conocimientos y que tiene la capacidad de poder integrarlos en un objetivo común
  8. Ser una persona flexible, con una amplia cultura
  9. Ser una persona que extrae el máximo talento de las personas y
  10. Ser una persona que reconoce la necesidad de trabajar en equipo con personas de otras edades, experiencia y madurez.

Obviamente, crear, tener o mantener un buen Consejo de Administración con consejeros independientes tiene un costo. Cada mes que se reúne el consejo, se le debe remunerar de acuerdo a las “Reglas de Operación” aprobadas por la Asamblea de Accionistas y el Consejo de Administración. Claro, hay también algunos consejeros que, de manera altruista, están dispuestos a formar parte del Consejo de Administración sin esperar alguna retribución. Pero, en todos los casos, el tener un Consejo de Administración tiene algún costo.

Para las empresas públicas que cotizan en bolsa las rige la Ley del Mercado de Valores (LMV) en una obligación:

  • Formalizar la Asamblea de Accionistas (que se reúnan cuando menos una vez al año, preferentemente al cierre del primer trimestre de cada año para revisar el rendimiento de su inversión y todos los temas de su interés),
  • Formalizar el Consejo de Administración (conformado por consejeros patrimoniales (accionistas, representantes de los accionistas, o empleados de la “empresa”) y por consejeros independientes (ajenos totalmente a la empresa, es decir, que no son ni clientes, ni proveedores y que no tienen ningún conflicto de intereses para externar su opinión y su voto cuando le sea requerido),
  • Tener un comité de auditoría,
  • Tener un comité de prácticas societarias, y
  • Hacer pública periódicamente la información y resultados de su empresa.

METODOLOGÍA GENERAL PARA FORMAR CONSEJOS DE ADMINISTRACIÓN (MODELO CONSEJO®)

PROPÓSITO GENERAL

Tener un equipo de consejeros exitoso, de altos valores morales y comprometidos con el crecimiento y desarrollo empresarial de la “empresa”.

ESTRATEGIAS
  1. Contar con un líder del proyecto de consultoría durante al menos un año y que actúe como consejero independiente de la “empresa” para que se encargue de asegurar que el Consejo de Administración funcione perfectamente. Al término de ese año, el líder del proyecto podría continuar como consejero independiente en función de las reglas de operación de la “empresa”.
  2. El líder del proyecto de consultoría capacitará, retroalimentará y dará coaching tanto a los consejeros como al director general
  3. Se buscará que haya algunos consejeros independientes en el Consejo de Administración.
ETAPAS
  1. Diseñar el tipo de Consejo de Administración que requiere la “empresa”
  2. Contratar a los consejeros independientes
  3. Capacitar a los consejeros (patrimoniales e independientes), al secretario y al director general
  4. Implantar la Asamblea de Accionistas y las juntas del Consejo de Administración
  5. Retroalimentar a los consejeros y a los comités correspondientes (de auditoría, de prácticas societarias, de tecnología, etc.)

BENEFICIOS DE FORMAR UN CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN

Para el Director General de la “empresa”:
  1. Tener un órgano de gobierno responsable del crecimiento y desarrollo de la empresa
  2. Enriquecer sus puntos de vista y perspectivas
  3. Nutrirse de años de conocimientos y experiencia de otros consejeros y empresarios
  4. Generar más opciones de mejora
  5. Informar de los resultados alcanzados a su Consejo de Administración
  6. Consensar la toma de decisiones estratégicas e importantes
  7. Mantenerse actualizado con la información y tendencias del medio ambiente externo
  8. Conocer el funcionamiento y estrategias del éxito de otras organizaciones
  9. Dormir más tranquilo.
  10. Acelerar la obtención de resultados
Para la “empresa”:
  1. Reforzar la cultura de trabajar por objetivos
  2. Mejorar e innovar la forma de administrar y operar la “empresa”
  3. Ser más institucional
  4. Depender de los sistemas de trabajo más que de las personas en el trabajo
  5. Trabajar con mayor orden, disciplina y control administrativo y operativo
  6. Tener un equipo directivo multidisciplinario
  7. Seguir creciendo económicamente
  8. Seguir desarrollándose organizacionalmente.

Así pues, a partir de hoy usted podrá decir: “Ya no estoy solo, ahora tengo mi propio Consejo de Administración”. A partir de hoy usted como empresario o director general, no estará dirigiendo solo el destino de su “empresa”.


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