De los fenómenos más comunes en las organizaciones son los conflictos interpersonales entre empleados o directivos en su relación de trabajo.
El impacto de este tipo de conflictos es más grande de lo que nos imaginamos, no sólo por la frecuencia con la que se presentan sino porque mientras existe un conflicto, baja la productividad de las áreas involucradas y su consecuente insatisfacción de clientes internos y externos
Es por ello que los dueños y directivos de las empresas deben tomar las acciones necesarias para resolver este tipo de conflictos:
- Lo más pronto posible.
- De manera efectiva; atacando las causas.
- Con soluciones de largo plazo; evitando sólo acordar una tregua.
Cuando me solicita un cliente asesoría para resolver este tipo de problemas, iniciamos un proceso para establecer un diálogo entre las partes en conflicto que les permita llegar a compromisos de solución de los problemas
Lo primero que hago es definir con el directivo que es el jefe de las personas en conflicto, cuál o cuáles son los problemas y quiénes son los actores primarios y secundarios que intervienen. Posteriormente, llevo a cabo una entrevista con a cada uno de los actores principales (normalmente dos personas), con el directivo como testigo, para escuchar su versión de los hechos y de esta manera, poder definir el problema o problemas y sus afectaciones en sus trabajos; así como generar alternativas de solución
Después de estas dos entrevistas se convoca a una reunión conciliatoria con las dos partes en conflicto, con su jefe y así, en conjunto:
- Generar y evaluar alternativas de solución
- Solicitar cada una de las partes qué apoyos necesitan de su contraparte para la implementación de las alternativas de solución
- Establecer los compromisos expresos de cada una de las partes para llevar a cabo el plan de acciones que les corresponde
Para lograr un dialogo positivo y efectivo que permita lograr el objetivo de la reunión es necesario fijar ciertas reglas que deben cumplir todos los involucrados, tales como:
- Reconocer y aceptar que el problema existe y que son parte del problema y de la solución
- Que no se trata de encontrar culpables sino buscar soluciones
- Absoluto respeto entre todos
- No caer en la tentación de adoptar actitudes de hostilidad, ni tampoco en actitudes de sumisión
- Estar dispuestos a escuchar a los demás y entender su punto de vista o sus sentimientos
- Tener la capacidad de disculparse, cuando proceda
- Estar dispuesto a aportar a la solución de los problemas y a negociar con una filosofía de “nadie pierde” o “todos ganan”, las diferencias que se presenten
Al final, entrego a los involucrados una copia de un reporte con los puntos relevantes de la asesoría:
- Enunciado de problemas.
- Actores primarios y secundarios
- Relación de hechos
- Alternativas de solución
- Tabla de compromisos
Una vez que mis clientes han vivido esta experiencia apoyados por la asesoría, no sólo resuelven el conflicto sino que aprenden el camino para resolver futuras diferencias.