En el mundo empresarial, hay muchas ofertas de valor, con grandes contrastes entre ellas y en función del cliente, él será quien elija con que proveedor hace negocios.
Por ello, las tres lecciones empresariales para diseñar una oferta de valor son:
- ¿A qué mercado está dirigido el producto?
- Personas físicas o personas morales
- Empresas pequeñas, medianas o grandes
- Cliente locales, regionales, nacionales o internacionales.
- Necesidades explícitas o implícitas.
- ¿Cuáles son tus mejores cualidades físicas que debes mostrar a tu cliente potencial?
- Características.
- Tamaño.
- Facilidad de compra.
- ¿Cuáles son tus beneficios más allá de lo obvio?
- Satisfacción de expectativas.
- Recomendación de otros clientes.
- Sinergia con otros productos.
- Soporte técnico.
- Cultura empresarial.
En el mundo empresarial también los proveedores están en un concurso permanente por ganar el favor de sus clientes. Y más les vale estar listos para siempre dar y ofrecer lo mejor de su portafolio de productos, porque las demás bellezas están haciendo su trabajo de seducción y no se están durmiendo en sus laureles.
Por lo tanto:
- Si identificas claramente las necesidades de tus clientes.
- Les presentas de manera explícita tus atributos.
- Te comunicas inteligentemente con ellos.
Seguramente seguirás haciendo muchos negocios.